Dinie, Nieves, Hugo, Juventud Rebelde y yo

A menos de 20 días de que el periódico cubano Juventud Rebelde hiciera pública la historia de una cubana que, por más de cuatro décadas, guardó un mensaje llegado a las costas cubanas desde Holanda en un diminuto tubo plástico, ambas mujeres han podido comunicarse indirectamente gracias a Radio Nederland.

Me encargué personalmente de rastrear aquí en Holanda el paradero de Dinie Brands, tal como lo reveló ayer martes el diario de la juventud cubana. Esta historia que ahora comparto con el periodista Hugo García le ha dado la vuelta al mundo. Cientos de páginas de periódicos la incluyen hoy en sus ediciones. Y este blog no puedo estar ajeno.

Para el autor de la nota, esta es una historia que parece de película. El pasado miércoles 11 de marzo el diario publicó el reportaje Nieves busca a Dinie Brands, el inverosímil relato de una cubana llamada Nieves Sánchez Arzola, quien guardó por espacio de más de cuatro décadas una carta que una holandesa tiró al mar.

A partir de la publicación del reportaje en la página web de JR, Hugo García cuenta que un periodista de Radio Nederland (este servidor) se afanó en buscar a Dinie Brands, lo que a todas luces parecía romántico, pues después de tantos años aquella mujer podría haberse mudado de pueblo, y hasta haber fallecido.

Escuche la entrevista telefónica con el periodista Hugo García, y las declaraciones de Nieves y Dinie

Como se señala en el reportaje, fui varias veces a Soesterberg, primero en busca del número 11g que supuestamente aparecía escrito en el documento hallado por Nieves, pero no lo encontré. Luego regresé al lugar cuando Hugo me proporcionó una copia de la carta de Dinie, y me di cuenta que no se trataba de una g sino de un 9, porque este número los holandeses lo hacen muy parecido a la g. Pero tampoco hallé el 119. La gran avenida Amersfoortsestraat de grandes mansiones terminaba justo en el 117, y a partir de ahí comenzaba la calle Utrechtseweg.

«Pero después de mirar bien el terreno, supuse que el 119 podía ser un complejo que colindaba con la cerca del 117, pero que no tenía entrada por la calle Amersfoortsestraat, sino por el costado. Y así fue. Encontré el 119. En ese lugar funciona hoy una guardería para niños de hasta siete años. Indagué en la recepción y me explicaron que hace muchos años fue un internado de Secundaria. Así que Dinie no dio la dirección de su casa, sino la de su escuela.

«Para tu información, el mar está distante de la zona, por lo que Dinie tuvo que ir hasta la playa o la misma Cruz Roja se encargó de echar el tubito al mar. Además, ella ahora debe llevar el apellido de su esposo. Seguiré investigando».

Es así que el artículo Nieves encontró a Dinie, publicado en la contraportada de Juventud Rebelde se basa en los correos que fui enviándole a Hugo...

Con estas incertidumbres todo parecía perdido; sin embargo, al pasar algunos días las cosas dieron un vuelco total cuando un funcionario del Ayuntamiento de Soest se brindó a rastrear en los archivos de esa institución.

De pronto, _escribe Hugo_ recibimos un correo electrónico que nos hizo saltar de alegría, pensar en el destino, en muchas cosas, casi místicas, que la vida nos pone como pruebas.

En la foto Nieves muestra el tubito en el que llegó la carta a las costas cubanas

¡Ya tengo a Dinie Brands!
«Ahora se llama Dinie Bartels. Ella trabajó en ese Hogar de niños. Tenía 17 años cuando, al parecer, junto con las cartas de los alumnos incluyó la suya. La veré el viernes en la tarde, hora de Holanda. En principio, se emocionó y mostró interés en ver la carta y tu reportaje. Vamos avanzando».

No lo podíamos creer, _ relata Hugo García en el reportaje_ como cuando contenemos la respiración ante lo asombroso; como ustedes ahora, que como lectores han hecho suya la historia de estas dos mujeres a las que, distantes, muy distantes, las unió una ingenua carta tirada al mar dentro de un diminuto tubito plástico.

«Aquí tienes a Dinie Brands. El encuentro fue muy agradable. Ella nos recibió de forma muy cálida y se mostró asombrada de que su nombre haya aparecido en un periódico cubano. Yo le llevé tu artículo en PDF, tal como apareció en la edición impresa. También la copia de su carta».

«Se mostró muy satisfecha al saber que su carta llegó a buen destino. Claro que reconoció su letra... y no podía creer que esa carta llegara hasta tan lejos».

«Que ella sepa, ninguna de sus ex colegas recibió repuesta. Pero va a averiguarlo. Por cierto, mostró fotos de cuando trabajó en Soesterberg con los niños... En una de esas instantáneas está junto a la Reina Juliana, quien vivía a tan solo unos kilómetros del internado, en el Palacio de Soest.

«Buenas noticias para Nieves: Dinie le va a escribir muy pronto por intermedio de Radio Nederland, que se encargará de hacer la traducción al español».

Ya ambas mujeres han sido entrevistadas, pero la barrera del idioma solo se interpondrá hasta que sean traducidos sus escritos, al español y holandés, contentivos de sus recuerdos, sus expectativas con esta nueva amistad. Dinie tiene 62 años de edad, mientras que Nieves ya cumplió 74.

No creo que otra historia tan fascinante y humana se interponga en mi camino de periodista, por lo menos en muchos años, _reconoce el periodista de JR_. Les recomendamos a nuestros lectores que estén al tanto de una próxima edición con los pormenores de la comunicación entre ambas mujeres de esta historia insólita, que esperamos les impresione tanto como a nosotros.

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