Pegados a la radio

Historia y Sociedad / El tren de los años Por: Ilse Bulit, desde La Habana ilse@enet.cu Por la posición del sol, por su sombra proyectada, los conocedores identifican las horas del día. Juana y sus amigas las conocen por los programas emitidos en la radio. De acuerdo a éstos, organizan sus trajines diarios. Se mueven por la casa con un pequeño equipo transistorizado o con uno de mueble pesado, instalado a la electricidad. ¿Sus preferencias? Por supuesto, las radionovelas. Comenzaron a aficionarse cuando sentadas, al lado de sus abuelas, no lograban entender la cara de éxtasis de estas, ni tampoco las embrolladas tramas. Sí gustaban de oír las empalagosas voces de los galanes que casi derretían las maderas de aquellos radios antidiluvianos. Como los tiempos cambian, las radionovelas también cambiaron. Y ahora se acercan a tocar cuestiones de la vida diaria. Y como también, la realidad recoge circunstancias incapaces de crear por el más imaginativo de los autores; en los nuevos enredos v...