Colombia: El flagelo del secuestro

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Dos casos de mujeres líderes
Por Juan Carlos Roque
Duración: 25 minutos

Los secuestros en Colombia han sido tema de varios de mis trabajos periodísticos a lo largo de los últimos años, principalmente en la serie radiodocumental que tiene como protagonistas a los artistas e intelectuales desplazados por la violencia, muchos de los cuales abandonan el país por temor a ser secuestrados.

Foto tomada de www.betancourt.info

Traigo a colación uno de esos programas, hoy que nos ha llegado una noticia esperanzadora: La ex candidata presidencial colombiana, Ingrid Betancourt, está viva. Un suboficial de la policía que logró escapar de un campo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, así lo ha confirmado. Se trata de John Frank Pinchao Blanco, quien fue mantenido como rehén durante nueve años. En una conferencia de prensa en la Presidencia de la República, Pinchao Blanco dijo que la última vez que vio a Ingrid Betancourt fue el 28 de abril de este año. La dirigente fue secuestrada en el 2002.

El caso de Ingrid es quizás el más divulgado, pero hay otros que en su momento también lo fueron y que no corrieron la misma suerte. Me remonto a un programa que grabé en noviembre de 2006, con la colombiana Luz María Echeverri Lara, cuando presentó en Europa su libro-denuncia 'La Flor de la Esperanza', que narra la desgarradora historia de Colombia, y la degradación del conflicto armado y de la rama judicial en el país. Luz María lo hace a través de la historia del secuestro y asesinato de su madre, Gloria Lara de Echeverri, ocurrido en 1982, y del proceso penal que prescribió en la Corte Suprema de Justicia en 1998.

En esta entrevista Echeverri se refiere al secuestro de Ingrid Betancourt y señala que este caso está lejos de narrar lo que es el secuestro en Colombia. Si bien ha abierto unos espacios, le ha puesto rostro a lo que padecen 3.000 familias, estas otras familias han quedado fuera de lo que debería ser también una política encaminada a concientizar. Según ella, cuando se habla de canje humanitario sólo para algunas personas, están excluyendo a todas estas familias.

Otra historia para no olvidar
Gloria Lara de Echeverri (Neiva, 1938- Bogotá, 1982) era directora nacional de Acción Comunal y Asuntos Indígenas cuando fue secuestrada por un grupo armado ilegal autodenominado Organización Revolucionaria del Pueblo (ORP). La ORP la mantuvo cautiva durante cinco meses, tiempo en el que país entero se movilizó para exigir su liberación, ya que Lara de Echeverri era considerada una mujer honesta y de liderazgo social. Sin embargo, los terroristas desatendieron el clamor del pueblo y la asesinaron el 28 de noviembre de 1982. Su cuerpo fue hallado en el bogotano barrio Bonanza, cubierto con una bandera de la ORP.

Con este indicio, las autoridades emprendieron la búsqueda de los autores, quienes fueron capturados tiempo después. Éstos confesaron su crimen y fueron condenados por el Tribunal Nacional. No obstante, el proceso prescribió en una insólita y vergonzosa página de la justicia colombiana.

Casi 20 años después su hija Luz María Echeverri sintió la necesidad de dar a conocer la historia que hay detrás de un hecho de esta magnitud, por lo que decidió emprender una investigación, con cuyos resultados ahora pretende sensibilizar a todo un país que, con el tiempo, se ha acostumbrado a que sus derechos sean violentados.

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