La fe vista desde la cárcel y la radio

Tres mujeres dominicanas privadas de su libertad reflexionan sobre su regreso a la fe entre rejas, pero no en un convento, en un claustro religioso. Yisel Ortiz, Flor Báez y Yessenia Dilone tienen en común su condición de reclusas. Cumplen su condena en la cárcel de Najayo, en las afueras de Santo Domingo, República Dominicana. Las tres han retornado a la fe escuchando el ruido de los cerrojos.

Al momento de entrevistarla para 'Voces' de Radio Nederland, la dominicana Yisel Ortiz estaba a punto de salir de la cárcel. Me dice que el encierro la puso al servicio del bien, sin dudas ni condiciones. Buscó la fe a partir de su experiencia personal, para dar respuesta a las dudas sobre su actuar y el de la sociedad que la rodea. Y para lograrla se acercó a la Iglesia Pentecostés.

Flor Báez profesa la religión católica, y como Yisel, está interna en la cárcel de Najayo, en Republica Dominicana. ¡Para ella es tan importante la fe!...que la mueve a la acción. Como bien me afirma durante la entrevista, la fe es una virtud que ella solo desarrolla y logra venciendo el miedo.

Yessenia Dilone asiste como Flor a una renovación de su fe a través del catolicismo. Entre rejas ha aprendido a reencontrar su camino con la esperanza de redescubrir en toda su novedad lo esencial de la fe, como me explica mientras conversamos en uno de los salones para las visitas.

El sentido de la fe
¿Es posible volver a creer? ¿Por qué a pesar de nuestras miserias la mayoría de los seres humanos contamos con la incomparable capacidad de tener fe?

En sentido general, tener fe es creer. Y creer implica confianza. Confiar significa estar seguro y animado en la esperanza que le brinda el objeto de su fe. Y no se trata solo de fe religiosa. Es seguir a alguien, estar convencido que ponemos nuestra fe en manos de alguien digno de confiar.

La fe es algo que la mayoría de las personas desarrolla por su propio bien, quizás como una respuesta al temor. En definitiva, la fe verdadera ha de ser producto del conocimiento.

En este caso, fe es certeza.‘Vivir sin fe, es como estar muerto', es una sentencia que he escuchado muchas veces, y no siempre a personas religiosas. O esa otra frase: 'la fe mueve montañas'. Es una fe que está por encima de todo factor externo y es superior al hecho de creer en un Dios. No hablo de "la fe ciega", porque esta lleva al fanatismo.

Agradecimientos especiales a las periodistas María Elena Alonso (Poli) y Edith Febles.