Joven adoptado encuentra a su madre biológica

"Quiero hablar de un triste caso de adopción en Holanda", me dijo hace algunos días la joven Mary-Grace van Leeuwen, estudiante holandesa que realiza una pasantía en la Redacción de Radio Nederland. Se refería a la historia de Eduardo, un joven colombiano que, hace algo más de 20 años, fue adoptado junto con dos de sus hermanos por una familia holandesa, y que encontró recientemente a su madre biológica con ayuda del programa de la televisión holandesa ‘Spoorloos'. Me propuso trabajar el tema y, como soy de los que pienso que la radio debe contar las historias de vida, le dije: ¡Manos a la obra!

En menos de una semana Mary Grace concretó las entrevistas con Eduardo en un hospital de Holanda y con la mamá de éste en Colombia. La animé a hacerlas simultáneamente, con el objetivo de ponerlos a conversar juntos, y en mi condición de capacitador del departamento, me ofrecí para ayudarle en la producción.

El resultado es este trabajo que la joven periodista preparó para el programa Gran Angular, que tiene una carga emocional muy intensa y que pongo a la consideración de los lectores-oyentes de este blog.

Aún recuerdo los días en que mi mamá nos llevaba comida, y el día que ya no nos pudo ver; e incluso recuerdo el día en que fuimos adoptados y nos cambiaron nuestros nombres y fechas de nacimiento".
El trauma de la adopción
Aunque en los últimos años ha existido un mayor control de las adopciones por parte de las autoridades holandesas, en los países de origen se han producido irregularidades. Eduardo fue adoptado en 1988 junto con sus dos hermanitos. Inicialmente, los tres permanecieron en un orfanato en Colombia a donde su mamá les llevó comida todos los días.

Pulse sobre el teléfono para escuchar la entrevista a Eduardo y a su mamá

Durante sus primeros años en Holanda, vivió con una familia adoptiva junto con sus hermanitos. Cuando tenía 12 años la relación con su ‘nueva familia' no era muy buena, y fue justamente en esa época que él empezó seriamente a buscar a su madre biológica. Además, la relación con sus hermanos tampoco era muy estable. Durante su juventud, que fue compleja, su madre siempre fue el motivo conductor, ya que constantemente anheló hallarla: "Yo sabía que algún día la iba a encontrar, o al menos a un familiar."

Ahora Eduardo tiene 28 años, vive sólo en un apartamento en Venlo (una ciudad pequeña en el sur de Holanda) y trabaja para una organización de eventos en toda Europa. Puesto que, por falta de conexiones y la corrupción en Colombia, la búsqueda a su progenitora no marchó muy bien, Eduardo solicitó ayuda al programa de televisión ‘Spoorloos', que busca a los familiares de niños adoptados en Holanda.

No hay mal que por bien no venga
El año pasado lo enviaron a trabajar en París con ocasión de un evento. Todo iba bien, hasta que sufrió una caída de 10 metros. Cuando recuperó la conciencia, en el hospital, le explicaron que su situación era grave y que debía permanecer hospitalizado durante al menos seis semanas. Pero, para su consuelo, unos días después le llamaron del programa televisivo para informarle que habían localizado a su mamá.

Una magnífica noticia, justamente en un momento muy difícil para Eduardo, quien no sólo no podía abandonar el hospital, sino que ni siquiera podía caminar. Tras ser operado en Alemania, tan sólo ahora se está recuperando en un centro de rehabilitación en Hoensbroek, Holanda. Normalmente, cuando encuentra al familiar que busca, el programa organiza un encuentro para que las personas se conozcan. Pero Eduardo y su mamá necesitarán un poco más de paciencia y deberán esperar que mejore su estado de salud. Mientras tanto hablan por teléfono.

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