Calando fuerte

Ismael Cala, también hombre de radio

El presentador cubano Ismael Cala, una de las figuras latinas más queridas por los canadienses, hombre radio y televisión, se reencontró con su público el 14 y 15 julio en la ciudad de Toronto. El famoso conductor de los programas “Calando Fuerte” de Miami y “Calando a…” de Canadá, fue el animador de “Salsa on St. Clair”, la mayor fiesta de salsa en ese país.

El evento fue organizado por la ciudad de Toronto y TLN Telelatino, la cadena líder de la televisión hispana en Canadá, que tiene a Cala entre sus principales talentos. El programa de entrevistas “Calando a…”, con más de cuatro años al aire, es uno de los de mayor audiencia en su programación.

Según una nota de prensa de Adolfo Fernández F & F Media Corp, a inicios de julio, Ismael Cala regresó al horario estelar de la televisión de Miami para conducir una nueva temporada de “Seguro que yes” por el Canal 41, América TeVe. El popular programa comenzó un nuevo ciclo con renovados segmentos, más humor, entrevistas y mucha diversión, sumando la alegría de Cala, que también prosigue con su programa vespertino “Calando Fuerte”, por la misma estación de televisión.

Hace un año, poca gente lo conocía en Miami, y entonces cumplió un exitoso reemplazo temporal de Alexis Valdés en ‘Seguro que yes'. Debido a su profesionalidad y actitudes para la conducción, Cala irrumpió con éxito primero en Canadá, a donde emigró en 1998, y después en Estados Unidos como reportero de CNN.

Su trabajo en Cuba

En su Cuba natal, en la primera parte de su carrera se destacó en su tierra, Santiago de Cuba, donde hizo radio desde los ocho a los 15 años, y trabajó en televisión entre los 15 y los 24. Luego fue a La Habana, y allí, durante tres años, tuvo programas muy conocidos, entre los cuales ‘Quién sabe’.

En una reciente entrevista con Erwin Pérez, del Miami Herald, Ismael habló de sus ídolos en Cuba. Señaló a Germán Pinelli como uno de ellos. Dijo también que desde los ocho años repetía todo lo que hablaban los locutores. Al que más imitaba era a Franco Carbón, de quien fue colega años después. Por eso cree que el destino existe.